ECOLOGÍA COTIDIANA

Un día encontré en la biblioteca un libro antiguo titulado Manual de ecología cotidiana, de Mimmo Tringale y Piergiuseppe Calà. Algunas cosas, por suerte, ya las hemos introducido en nuestra vida diaria, pero hay otras que todavía se nos resisten. Mientras lo leía iba anotando lo que me pareció más importante; aquí os lo dejo por si queréis aplicarlo en vuestra vida diaria: 

* Aprovechar al máximo la luz solar. Si podemos, instalaremos grandes ventanas en casa para permitir la entrada de luz. La iluminación solar, además de ahorrarnos el tener que utilizar luz artificial, nos proporciona bienestar y relajación. 

Esta casa sería perfecta... :) 

* Sustituir el calentador eléctrico por uno de gas. Si esto no es posible, al menos intentaremos reducir la temperatura del agua 5ºC. Esto nos ayudará a ahorrar hasta un 85% de energía eléctrica. 

* Evitar los sprays anti-insectos, porque, además de ser muy tóxicos, contienen propelentes destructores de la capa de ozono. En su lugar podemos recurrir a métodos tradicionales: colocar una mosquitera en puertas y ventanas, y poner tiestos de albahaca alrededor de la casa. También podemos recurrir a lociones a base de aceites esenciales (limón eucalipto, citronela, geranio, lavanda, saúco...), menos nocivas y contaminantes que las fórmulas a base de sustancias sintéticas. 

* Sustituir los productos de limpieza industriales por recetas caseras. Todos los productos suelen tener una composición bastante parecida, y en la mayoría de los casos tienen sustancias tóxicas y peligrosas para el medio ambiente; sólo se diferencian en la marca, el color y la manera de presentarlo. Los limpiadores de muebles, por ejemplo, contienen destilados del petróleo y disolventes venenosos e inflamables, y si el producto es en spray podemos inhalar fácilmente estas sustancias. Por tanto son productos poco útiles y llenos de elementos tóxicos. Un sustituto casero del limpiacristales es éste: diluimos 1/2 vaso de alcohol y unas gotas de detergente lavavajillas en un litro de agua, y los frotamos con papel de periódico. Para limpiar el pavimento podemos mezclar agua tibia con bicarbonato de sosa, alcohol y unas gotas de detergente lavavajillas. 

* Quitarse los zapatos al entrar en casa. Si al llegar nos ponemos las zapatillas estaremos más cómodas-os, nuestros pies descansarán y evitaremos la difusión de suciedad y polvo en el interior de la casa. 

* Evitar comprar bebidas en lata. El aluminio es uno de los metales cuyo coste de extracción y producción es mayor en cuanto a energía y medioambiente. Su extracción causa destrucción de la vegetación y la fauna, y alteración del equilibrio ecológico. Si decidimos comprar bebidas enlatadas, después las reciclaremos, nunca las tiraremos a la basura. 

* Limitar el uso del papel. Aunque parezca obvio, todavía hay muchas personas que no lo hacen: utilizar el folio por las dos caras, reutilizar folios para apuntes y borradores... También podemos intercambiarnos revistas y periódicos, y tomar prestados libros de la biblioteca. Limitar el uso del papel también implica evitar consumir productos de "usar  tirar": platos, servilletas... Y comprar papel reciclado ecológico, que no está blanqueado con disolventes clorurados. 

* Sustituir las bolsas de plástico por bolsas de tela reutilizables [¿a estas alturas todavía hay alguien que no lo hace?]

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* No utilizar sartenes de teflón. Cuando se superan los 250ºC, este material se descompone y forma productos dañinos para nuestro organismo. 

* Utilizar la mínima cantidad de jabón líquido,  mejor si es ecológico. Cuanto más utilicemos, más residuos quedarán en nuestra piel, y por tanto será más fácil que se vayan acumulando en nuestro organismo. Los jabones debilitan el manto protector del cutis, y después de ducharnos la piel necesita hasta 3 horas para reconstruir el manto hidrolipídico (la barrera protectora que envuelve la superficie del cuerpo). Procuraremos no enjabonarnos demasiado ni muy a menudo, y nos enjuagaremos abundantemente. 

* Colocar un difusor en el grifo para ahorrar agua. Este dispositivo mezcla el aire con el agua y reduce el consumo en un 50%. 

* Apagar el grifo mientras nos enjabonamos, cepillamos los dientes, afeitamos... 

* No utilizar cepillos de dientes eléctricos. Suponen un derroche inútil de energía, vibraciones muy intensas en nuestra boca y no limpian de la misma forma que si lo hacemos manualmente. 

* Preparar los colutorios nosotras-os mismas-os. Los colutorios que compramos contienen sustancias químicas y siempre nos quedan restos en la boca, que después ingerimos. Una receta casera consiste en diluir 2 cucharadas de sal marina no refinada en un vaso de agua tibia. También podemos prepararlo con agua de manzanilla, mentol, aceite esencial de menta o salvia... 

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* Limitar el consumo del secador. Favorece las puntas abiertas y reseca el pelo, y además consume mucha energía. Una solución más ecológica es ponernos una toalla enrollada para absorber la humedad. 

* Limitar el consumo de productos especiales para el pelo. Contienen muchas sustancias tóxicas que siempre dejan residuos en el cuero cabelludo. Una receta casera para suavizar el pelo consiste en diluir el zumo de un limón en medio litro de agua, o utilizar infusiones o tisanas como último aclarado. 

* Utilizar tines naturales. Los tintes que compramos tienen productos que contaminan el agua del lavado. Podemos sustituirlos por tintes de henna o reng, o utilizar plantas como la manzanilla, el nogal o la hiedra. 

* Evitar los productos en spray. Son una verdadera amenaza para el planeta, un peligro por su gran impacto ambiental, y también para nuestro sistema respiratorio y nuestra piel. Podemos sustituirlos por productos con vaporizador. 

* Sustituir las compresas y los tampones desechables por compresas reutilizables de tela y copas vaginales. 

* Evitar los productos de limpieza para el WC. No eliminan los microorganismos completamente ya demás son altamente contaminantes para el agua. 

* Plantar un seto. Reestablece el equilibrio ecológico. Además proporciona alimento y abrigo a muchos pequeños mamíferos, pajaritos, insectos... Mejora el microclima, aumenta la disponibilidad hídrica, evitan la erosión, protegen de la contaminación acústica y atmosférica... Elegiremos preferiblemente plantas autóctonas. 

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Facil, no? :)

¡Feliz martes!